miércoles, 31 de agosto de 2011

Libro de la semana: El mapa y el territorio

  • El mapa y el territorio, Michel Houellebecq. Anagrama. Barcelona, 2011. 384 páginas.

Con Houellebecq uno ya sabe que habrá costras levantadas y que alguien, un misterioso y muy elegante narrador, meterá la nariz en la realidad de forma incómoda, escalpelo en mano, y que al revelarnos su versión, su desnuda puesta en escena sin maquillajes ni concesiones, acabará tarde o temprano por salpicarnos de algo que puede ser fétido, proveniente de los más complejos charcos de lo humano, o su contrario: de las refinadas galerías parisinas de arte, de sus frívolos y galantes vernissages en donde Jed Martin, el protagonista de esta grandiosa novela (Premio Goncourt 2010), realiza su ascendente carrera artística, desde su primera muestra, llamada por él Homenaje al trabajo humano, hasta su consagración y llegada a la cima del mercado del arte, haciendo "una descripción objetiva del mundo", o aquello que la crítica dio en juzgar "una reflexión fría, distanciada, sobre el estado del mundo".

¿De dónde proviene Jed Martin? De un medio aburguesado y culto, aunque algo triste. Su padre, exitoso arquitecto, fue una figura distante y rígida. La madre se suicidó cuando él tenía siete años. De ahí su necesidad de suplir carencias desde joven con la lectura de Platón, Esquilo, Sófocles, Racine, Molière, Hugo... Su primer amor, Geneviève, fue una escort. "A decir verdad, las relaciones humanas no son gran cosa", piensa, cenando en Navidad con su padre anciano, solos, sin mucho que contarse y mirando el reloj.

A medida que avanza la vida de Jed, en una narración sobria en la que aparece como personaje importante el propio escritor Michel Houellebecq y su amigo Fréderic Beigbeder ("una especie de Sartre de la década de 2010"), se habla de la relación del hombre con el trabajo y la productividad, y en general sobre los oficios de toda índole, tema de los cuadros más famosos de Jed: Bill Gates y Steve Jobs conversando sobre el futuro de la informática, o Aimée, escort-girl, o Damien Hirst y Jeff Koons repartiéndose el mercado del arte. Se habla sobre la vida y las ocupaciones, y por supuesto sobre arte: "La cuestión de la belleza es secundaria en la pintura", afirma el narrador; sobre los cambios de estilo, alguien dice: "Las más favorecidas son las artes plásticas. En literatura, en música, es totalmente imposible cambiar de rumbo, te lincharían, te lo aseguro. Por otro lado, si haces siempre lo mismo te acusan de repetirte y de estar en declive".

La vida europea de hoy y de un futuro no muy lejano es expuesta y analizada con cierta melancolía: las costumbres veraniegas, los vuelos low cost, la soledad y el tedio, la filosofía gastronómica de los restaurantes de moda, la capacidad matemática de los cerdos, las relaciones del arte con la prensa y el papel de esta en la formación del gusto popular (incluyendo una parodia del crítico literario de Le Monde, Patrick Kéchichian), las aguas minerales noruegas o la solitaria condición del artista, "alguien sometido. Sometido a mensajes misteriosos, imprevisibles", que cada tanto debe exponer, salir a la luz pública, "menos para recibir su juicio que para tranquilizarte sobre la existencia de ese trabajo e incluso sobre tu existencia propia, la individualidad es apenas una ficción breve dentro de una especie social".

Houellebecq, calificado de misógino, racista y de hacer apología del turismo sexual por tratarlo desde personajes fríos o acríticos (en libros como Plataforma o La posibilidad de una isla), muy pronto saca su armamento. Hablando de la seducción, le hace decir a su narrador: "Las mujeres de carnes exageradas sólo interesaban ya a algunos africanos y algunos perversos". Marylin, la jefa de prensa de la galería, que según el narrador viste con prendas que le dan "un falso aspecto de lesbiana intelectual", exclama al regresar de sus vacaciones en Jamaica: "He follado superbién". El propio Houellebecq personaje informa de que desde abril a fines de agosto, cada año, se va a Tailandia, época en que los burdeles funcionan a medio gas, pero "las prestaciones siguen siendo excelentes o muy buenas".

En la tercera parte ocurre un hecho insólito que le da un vuelco a la historia, convirtiéndola además en un apasionante thriller. Una peripecia descomunal y aterradora que podría lesionar cualquier otro libro por exceso de carga explosiva, pero no este, pues la verdad es que Houellebecq, ya es hora de decirlo, es de lejos el mejor escritor francés de hoy  y uno de los tres o cuatro mejores de Europa, y esta novela, El mapa y el territorio, uno de los libros más complejos, ricos, estimulantes y totalizadores de los últimos tiempos, dentro de una estética nihilista que emparenta a Houellebecq con los grandes heterodoxos franceses, y que lo proyecta hacia el futuro, interrogando el porvenir de un modo lúcido y avasallador.
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Columna Quimera: Salir del agujero

En términos de crecimiento el país se encuentra en una pausa, podemos hablar de una década perdida.  La evolución de la pobreza de 2008 a 2010 se puede resumir de la siguiente forma: el ingreso promedio de los hogares ha tenido una caída de 12.3%, una disminución de 3.8% en el nivel de gasto, un deterioro significativo en la calidad de vida de los mexicanos. Dos indicadores sustentan este dicho:

A). La pobreza alimentaria; que es cuando las familias no tienen recursos para adquirir la canasta básica, que pasó de 20.2 millones de mexicanos a 21.2 millones. En cuatro años aumento en 6.1 millones de personas.

B). La pobreza de capacidades, que incluye a la gente que no puede acceder a alimentación, salud y educación suficientes aunque utilizara todos sus ingresos para estos bienes, también aumentó, al pasar de27.8 millones de personas a 30 millones.

La respuesta del gobierno es insostenible. Los secretarios, Heriberto Félix, de Desarrollo Social; Alonso Lujambio, de Educación, y José Ángel Córdova, de Salud, justificaron el aumento debido a los efectos de la crisis económica mundial que estalló en 2008, el incremento internacional de precios de alimentos y energéticos, e incluso a la crisis sanitaria ocasionada por la influenza, lo que propició que la proporción de pobres en el país aumentara en dos años. Decir que la situación habría sido peor sin la expansión de programas como Oportunidades o el Seguro Popular, es no ver la realidad.
 
Por ello, creemos, que es indispensable otro modelo de desarrollo y otras estrategias de combate a la pobreza, hay que enfocar la lucha contra la pobreza en:

Seguridad Alimentaria. El reparto de despensas ha funcionando de manera clientelar, pero no ha aportado nada a la seguridad alimentaria.  La estrategia de comprar alimentos al exterior hace ver que, ante el número de pobres en el país, se debe promover el desarrollo interno del sector alimentario, para evitar la dependencia externa. Como la que lleva a cabo el gobierno de Argentina con su programa “Carne y soya para los argentinos”.

Salud. A pesar de la creación del Seguro Popular, la atención sanitaria es deficiente.  El Seguro Popular no ha creado infraestructura sanitaria, centrándose sólo en la afiliación de personas de bajos recursos que acceden a los hospitales que ya tiene el IMSS, el ISSSTE o las Secretarias de Salud de los Estados. La crisis sanitaria de 2009, con la influenza, puso en evidencia esta realidad. Hace falta la construcción de más hospitales, sobre todo, en aquellos estados más afectados por la pobreza.

Educación. La educación es la única forma de asegurar la movilidad social y de que los mexicanos salgamos, a largo plazo, de la pobreza. Por ello, es indispensable asegurar la permanencia de los alumnos en las aulas. El nivel de becas que ofrece la SEP para ello apenas cubre al 1.5% de la población en las escuelas públicas. La deserción alcanza cifras preocupantes: el 23% en la educación básica y el 20.3% en superior, lo que es un atentado al futuro del país.

Si el gobierno no tiene la capacidad para resolver estos temas, será muy difícil que el país  pueda salir del agujero.
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Columna Quimera: El país necesita muchos

La comparación del Presidente Calderón a Winston Churchill en su discurso frente a los delegados federales fue un error, y el enfoque de las críticas ha estado en señalar las similitudes y diferencias entre ambos personajes. Ya que la importancia de la comparación del Presidente con Churchill no recae en el contenido histórico de dicho personaje.

Winston Leonard Spencer Churchill nació en 1874 en el palacio Blenheim de Oxfordshire, al oeste de Londres, hijo del político conservador Lord Randolph Churchill y de la norteamericana Jennie Jerome. Fue descendiente directo de John Churchill, primer duque de Marlborough (1650-1722) y tuvo una infancia solitaria criado por su nana, la señora Everest. Recibió instrucción en la escuela Harrow. Lo admitieron en el colegio militar de Sandhurst después de presentar tres veces el examen de admisión y causó alta en el Cuarto Cuerpo de Húsares en 1895, el año en que su padre murió.

Winston Churchill una de las figuras más importantes del siglo XX. Su vida política se extendió de 1911 a 1955, 44 años, durante los cuales el mundo se vio envuelto en 2 guerras mundiales y un cambio radical de las relaciones geopolíticas. Ministro de la Marina 2 veces , Ministro para Pertrechos de Guerra, Ministro del Interior, Ministro de Hacienda, en 2 ocasiones Primer Ministro y miembro de la Cámara de los Comunes tanto por el Partido Liberal como por el Conservador.

Durante los últimos 20 años de su vida Winston Churchill fue aclamado como el más grande inglés de su tiempo y a su muerte, el 24 de enero de 1965 a los 91 años de edad, millones de seres humanos le guardaron luto en todos los rincones de la tierra. Con su nombre se han bautizado desde buques de guerra hasta cigarrillos; los libros sobre su vida y obra podrían llenar una biblioteca; la televisión y el cine lo estelarizaron; los cuadros que pintó se venden a precios exorbitantes en las galerías más afamadas y sus frases y dichos han sido inmortalizadas en letras de bronce en recintos cívicos en todas las latitudes. Orador compulsivo y escritor enorme y prolífico. Entre 1900 y 1955, Churchill pronunció en promedio un discurso a la semana, ocho volúmenes con más de cuatro millones de palabras.

En 1953 Churchill recibió el Premio Nóbel, no por su extraordinaria carrera como estadista, sino por su obra literaria.

 Al compararse con este personaje, el Presidente Calderón nos muestra la concepción que él mismo tiene del balance de su gobierno: una estrategia de seguridad pública que terminará en victoria y un gobierno incomprendido. En el fondo, el discurso de Calderón refleja, un sexenio sin un proyecto de país, donde durante seis años se reaccionó a la coyuntura y no a la construcción de soluciones de fondo. En su referencia a Churchill, Calderón acepta que se encuentra en un estado de guerra, palabra y situación que había negado incontables veces, y que prometió repensar frente a la marcha impulsada por Javier Sicilia, aunque ha dicho que mantendrá el mismo rumbo.

 Refleja que su legado más importante para el país será la guerra contra el crimen organizado, y lo cierto es que hace de la guerra electoral su mayor preocupación para los próximos meses de gobierno. Frente a la realidad, la duda es si le alcanzará para ganar alguna de las dos guerras, la de la inseguridad o la electoral. Los datos nos muestran que difícilmente, Calderón obtendrá la victoria en cualquiera de las dos guerras. Como se puede apreciar, necesitamos muchos mexicanos que de verdad se asemejen a Winston Churchill.
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Columna Quimera: La corte cambia las reglas

La reciente decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en materia de interconexión ha cambiado las reglas del juego, si bien las empresas telefónicas aún podrán amparase en contra de las resoluciones de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (COFETEL), de acuerdo a la nueva resolución, el juez no podrá otorgar una suspensión, lo que significa que la decisión de la COFETEL deberá ser acatada hasta que el caso quede resuelto (cause estado).

 El fallo de la Corte en gran medida favorece a la competencia y agiliza los acuerdos entre las empresas, además al establecer como obligatoria la resolución de la COFETEL, se le otorga de facto la fortaleza para determinará la tarifa que le parezca conveniente y que  deberá ser acatada por los prestadores del servicio, aunque estos decidan interponer un amparo, al menos por el tiempo que dure el litigio.

 La decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, contribuye a la eliminación de barreras de entrada, o lo que podríamos llamar prejuicios de competencia y al mismo tiempo crea las condiciones de competencia más parejas para las empresas involucradas, lo que puede traducirse en un aumento en la eficiencia del servicio, que debe traer como consecuencia una disminución de precios para el consumidor final.

 La resolución de la Corte (al ponerle dientes a las resoluciones de la COFETEL), representa también un fortalecimiento de la autoridad que institucionalmente representa la COFETEL y sirve para que las empresas que prestan los servicios, piensen bien las cosas antes de interponer un amparo, dicho en otras palabras, la misma resolución  desincentiva el uso desmedido del amparo, por parte de los prestadores del servicio, a sabiendas de que se les otorgaría la suspensión, cosa que ahora no ocurrirá.

 Un debate que subyace a esta decisión es si existe o no un interés público (el derecho de los usuarios a comunicarse) que debe prevalecer frente a los intereses de las compañías prestadoras del servicio.

 Seis ministros votaron a favor de la existencia de un interés público que debe ser protegido por el órgano regulador (COFETEL). Sin embargo, los cuatro ministros restantes sostienen que se trata de un conflicto entre particulares que no necesariamente incide en el acceso a redes o en la determinación de precios.

 No obstante el resultado, el hecho de que haya sido una votación tan cerrada permite imaginar que si la conformación de la Corte cambiara, el criterio también podría modificarse en el futuro.

 Sería bueno preguntarnos, sí más allá de la Conformación de la Corte, los magistrados tienen claro que son los consumidores y contribuyentes quienes deben ser los beneficiados.
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Columna Quimera: El preámbulo electoral

En el Estado de México el PRI está explotando la estrategia de Peña Nieto haciendo propuestas muy específicas a grupos particulares, usando los recursos para el desarrollo social del estado de México, en los diferentes programas sociales.

 De forma similar, el PRD recurrirá a su estrategia que tan buenos resultados le ha dado en el Distrito Federal (también presentes en Baja California Sur, Guerrero y Michoacán), de repartir apoyos económicos o en especie a grupos focalizados vía programas sociales locales, usualmente contabilizados como subsidios y transferencias.

 Por otro lado, el PAN, sin un trabajo de campo como el que ha hecho ya el PRD (en particular a través de López Obrador), tendrá que aprovechar la ventaja relativa que le provee pertenecer al mismo partido que encabeza  el Gobierno Federal.

 En esta lógica, ya se observa un énfasis en el uso o cobertura de programas y transferencias que provienen del Gobierno Federal, como la propuesta planteada por Luis Felipe Bravo Mena de ampliar el Seguro Popular.

 Así, las tres estrategias convergen y servirán como un termómetro con miras al 2012, intereses y obras públicas particularísimas, subsidios y transferencias a grupos focalizados y ampliación de cobertura de los programas federales. Consistente con lo anterior, Eruviel Ávila ha hecho el mayor número de promesas de Obra Pública y Alejandro Encinas el mayor número de promesas de combate a la pobreza.
 En particular, el candidato de la izquierda buscará cobijarse en la diversa gama de los programas más exitosos del Distrito Federal. Por otro lado, las propuestas de Bravo Mena, tienden a favorecer acciones menos materialistas como equidad de género, y seguridad pública, posiblemente con la intención de apelar a un sector más urbano de la población mexiquense.

 La elección del Estado de México nos muestra: un PRI bien articulado, con un proceso exitoso de selección de candidato, un PRD que tiene a López Obrador trabajando en construir una base fuerte y que buscará cuando menos un fortalecido segundo lugar y un PAN que llegó tarde y cuyo único recurso hoy, es apoyarse en el Gobierno Federal.

 La forma de hacer campaña en el Estado de México podría marcar el tono y develar las estrategias de cooptación del voto rumbo al 2012, por lo general el estado de México es el laboratorio perfecto para las elecciones presidenciales.


 Siendo así, los partidos deberían aprovechar esta condición para hacer propuestas donde los mexiquenses vean reflejadas sus aspiraciones de tener mejores condiciones de vida, en pocas palabras, materializar el bienestar, quien logre transmitir esto, tendrá una buena ventaja en la elección presidencial del 2012.
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Columna Quimera: La pifia y Hank Rhon

Las circunstancias y casualidades que rodean la detención de Jorge Hank Rhon dan pie a sospechas sobre las intenciones políticas del Gobierno Federal en el caso. Más allá de que haya existido o no esta intencionalidad, lo cierto es que será muy difícil convencer a la opinión pública de lo contrario, y no sólo por las características propias del caso y menos por las implicaciones que se  desean encontrar para influir  en una elección más que decidida como lo es la del Estado de México, sino por el desempeño cuestionado por los resultados previos de la Procuraduría General de la República, particularmente en el caso de los alcaldes en Michoacán (conocido como el famoso michoacanazo), y sobre todo, por la aparente convicción de esta administración de impedir a toda costa el regreso del PRI a los Pinos.

 Dejando de lado intenciones del Gobierno Federal, el escenario que se está construyendo rumbo al 2012 con estos sucesos, es de rencillas y rencores que tendrán consecuencias de pronóstico reservado, el Presidente Calderón señalaba a Andrés Manuel López Obrador como un peligro para las instituciones, ahora resulta que con el del uso político electoral que hace el Gobierno Federal de las instituciones encargadas de administrar e impartir la justicia, es el mismo Presidente quien pone en estado de vulnerabilidad a estas, incluso las detenciones ponen en entredicho a la institución más sólida con la que cuenta el país, el ejercito mexicano. Las consecuencias de esto son graves por donde se vea.

 Antes que nada porque genera un ambiente de confrontación que implican un debilitamiento de las instituciones involucradas ya sea por los atropellos cometidos, las fallas en el seguimiento del debido proceso o la incapacidad de procesar de forma contundente a sujetos con una fama pública cuestionable.

 En el ámbito político, esto crea desde luego incentivos para generar ataques y  cuestionamientos a las autoridades y sus titulares, sólo hay que ver como saldrá de este embrollo la procuradora Marisela, y lo que es peor,  bajo ciertas circunstancias también promueve y provoca que los grupos políticos afectados, en este caso el PRI, se prepare para  la revancha, que incluso puede ir más allá de la que se genera  entre los grupos políticos.

 Es por ello que sí la intención del Gobierno Federal era enviar una primera señal de amenaza a los priístas rumbo a 2012, que los obligara a moverse a una estrategia defensiva, para comenzar a construir así el discurso sobre  un PRI ligado a la corrupción y al crimen organizado, seguramente tendrá entre sus cálculos, los pros y contras de esta estrategia temeraria, e incluso deben haber valorado correctamente la posibilidad de despertar en el PRI el ánimo de ajustar cuentas y las magnitudes que tendrán en el caso de que este instituto político  logre ganar la Presidencia  de la República.

  De no haber estimado lo anterior, en pocos días estaremos comentando una pifia más del Gobierno Federal, y en breve lamentando este tipo de acciones mediáticas, que debilitan las instituciones y generan un ambiente de confrontación.
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Columna Quimera: Recursos para los estados

La decisión de la rebaja en la calificación crediticia de los Estados Unidos ha disparado los rumores de una nueva crisis en México. Ante este supuesto, se presentan tres acontecimientos que, si bien de momento, no están relacionados, en un futuro próximo tendrán un papel central, estos son: Recursos para los estados, las PyMES como la palanca al desarrollo y La crisis de fin de sexenio.

Centrándonos en el primer punto, no hay que perder de vista que el PRI decidió incluir en su estrategia de negociación del paquete fiscal 2012, reformar la Ley General de Coordinación Fiscal (LGCF). Esto implicaría incrementar los recursos de los gobiernos estatales (sin ampliar, desde luego, sus obligaciones recaudatorias), rumbo al periodo electoral. Si bien es probable que sea sólo un amago del PRI para establecer un punto de partida en la negociación presupuestaria, muestra un partido más orientado a jalar la cobija que a hacerla más grande. Un PRI indispuesto a asumir los costos políticos de los remedios amargos, incluso en un contexto económico mundial emproblemado.

 Lo cierto es que el contexto económico de E.U. sí modifica las expectativas del presupuesto 2012, éste sólo crecería alrededor de 3.44% (negativo en términos reales). Ante eso el PRI no podría aspirar a más recursos, sin autorizar más deuda, hacer recortes en el presupuesto (afectando a grupos de interés afines al PRI), incrementar impuestos (improbable en el escenario preelectoral), o establecer un precio del barril de petróleo a la baja para generar más excedentes y beneficiar a los estados. Lo que sin duda harán, es presionar para canalizar a sus estados los recursos producto de los subejercicios. Esta postura podría además tener implicaciones en otras reformas que están en proceso de aprobación.  Lo cierto es que la negociación girará en torno al dinero, y hay que tener en cuenta que la deuda pública en diversos estados de la república se ha incrementado significativamente, lo que ha generado incertidumbre en la estabilidad económica a mediano plazo.

 Las obligaciones financieras tanto de estados como de municipios se incrementaron en 25.9% de 2008 a Marzo de 2011 (no obstante que en los últimos meses ha disminuido su tendencia a crecer). Además, las obligaciones financieras de algunas entidades, como Nuevo León y Quintana Roo, superan el monto de las participaciones federales que reciben. El problema radica en la capacidad que tienen para hacer frente a dicha deuda.

 Según el Instituto para el Desarrollo Técnico de la Hacienda Pública (Indetec), al cierre del primer trimestre de 2011, el 86% de la deuda total de los estados está garantizada por participaciones, pero el 14% restante ($50,000 millones de pesos) corresponde a deuda de corto plazo.

 Existe una alta dependencia fiscal, ya que  los recursos federales representan cerca del 64% de los ingresos estatales totales.

 Recientemente, la calificadora Moody´s dijo que la contratación de deuda de corto plazo de los estados se ha incrementado al punto de que ya significa un riesgo para sus finanzas, ya que no cuentan con flexibilidad presupuestal para enfrentar sus obligaciones. El tema representa un problema estructural de Coordinación Fiscal, pues no brinda los incentivos necesarios para que los estados y municipios puedan reforzar su sistema recaudatorio.
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Columna Quimera: La economía Nacional

Los principales mercados internacionales incluyendo el mexicano, han resentido los efectos de la combinación de las condiciones económicas en Europa y la desaceleración estadounidense. Ante la ola recesiva, México requiere contar con un modelo de crecimiento que le permita aprovechar la demanda interna para amortiguar la desaceleración, consumiendo lo que se fabrica en el país para conservar el empleo y promover la competitividad.

 Es momento de avanzar hacia la diversificación comercial, la política exterior debe buscar favorecer la incorporación de un mayor número de empresas pequeñas y medianas (PyMES) como exportadores directos e indirectos. Se debe estimular la diversificación de las exportaciones,  apoyar el acceso de las empresas y productos a mercados como el asiático.

 Ante un escenario marcado por la desaceleración de las ventas y la producción, los proyectos de largo plazo,  de apoyos financieros, de calidad, e innovación tecnológica, son cruciales en momentos de recesión y conviene utilizar la innovación como un arma para sobrevivir.
 Un período de dificultad económica es un momento apropiado para desarrollar oportunidades, hacer los procesos más eficientes, y crear nuevas posibilidades para satisfacer las necesidades de los consumidores, ya que sus bolsillos necesitan nuevas opciones.

 La innovación implica un cambio de la cultura empresarial, el cual promueve la competitividad de las empresas, destaca la importancia del concepto, pues según la Encuesta sobre Investigación y Desarrollo Tecnológico 2010, realizada al sector productivo y elaborada en conjunto por el INEGI y el CONACYT, de 4 millones de empresas que existen en México, se estima que invierten en desarrollo tecnológico apenas mil, esto es, 0.02%, también señala, que de un universo de 39 mil 600 empresas, 36 mil 511 (92.1%), "nunca generan o desarrollan tecnología propia y la vende a otras empresas" y sólo 698 (1.7%) si lo hace.

 Las Cámaras industriales coinciden en que el sector no invierte en esta materia porque hacerlo es muy caro, y conviene más traer la tecnología del exterior y capacitar a su personal.

 El mercado interno es el motor del crecimiento del país y para robustecerlo, se necesita de una política que responda a las necesidades económicas de cada sector o región.

 Para que las empresas mexicanas no sean arrastradas por la ola de incertidumbre que proviene del exterior, se deben fortalecer esquemas para privilegiar la proveeduría nacional e impulsar la demanda interna, buscando que las PyMES crezcan y se desarrollen.
 Los programas de desarrollo de proveedores han demostrado ser una de las mejores estrategias para incorporar a pequeñas y medianas empresas en las cadenas de valor.

 Nacional Financiera estima que para el 2012 el gobierno federal destinará 35% de sus compras totales a las pequeñas y medianas empresas, lo cual debe ser aprovechado por éstas para acercarse a las entidades gubernamentales.

 El establecimiento de un programa integral de desarrollo de proveedores, incorporando a las PyMES en un tejido productivo encabezado por las grandes empresas, puede convertirse en un impulsor del desarrollo del mercado interno en el mediano plazo y permite adoptar estándares que eventualmente podrían facilitar el acceso de las PyMES a otros mercados, y es de suma importancia, que éstas tomen ventaja del abanico de herramientas que están a su alcance, para elevar su competitividad en los mercados y coadyuvar a la economía del país.
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Columna Quimera: El Estado de Derecho

El Estado de derecho y la certeza jurídica en nuestro país se han convertido en valores que cada día se vuelven más lejanos y menos accesibles para el pueblo en general y es que en los diferentes niveles de gobierno, sea federal, estatal o municipal, quienes nos gobiernan, empezando por el Presidente Felipe Calderón, se han empeñado, en fortalecer la discrecionalidad en la aplicación de la ley, ya sea a favor de los amigos, como en el caso de Genaro García Luna, o en contra de los enemigos como en el caso del ex gobernador Pablo Salazar.
 
  La detención, y posterior liberación, de Hank Rhon; las acusaciones de enriquecimiento ilícito en contra de Chaires Yáñez, cercano colaborador de Humberto Moreira, aparentan ser un esfuerzo que intenta incidir en el proceso judicial, cuando en realidad tiene un fin político.

 Mientras tanto, la detención de Pablo Salazar Mendiguchía, exgobernador de Chiapas, revela el uso político que se hace de las instituciones judiciales al interior de los estados. En los estados prevalece una dinámica de control absoluto por parte de los gobernadores y no es ajena la sensación de que los gobernantes se ríen del Estado de Derecho y de cuán válida sigue siendo esa máxima juarista que señala que a los amigos, justicia y gracia; a los enemigos, justicia a secas.

 Durante la última semana se presentaron dos sucesos que lo ilustran. Los esfuerzos de increpar a Hank fueron desestimados por una juez que atendió el debido proceso y observó la falta de evidencia presentada ante ella.
 El caso de Salazar da pie a sospechas de un uso político de las instituciones judiciales estatales, en particular por la volatilidad de las responsabilidades fincadas a él y la dilación en los resultados.

 Cómo abordar la transición de gobierno es hoy una gran preocupación, por el temor al ajuste de cuentas.

 En Oaxaca, por ejemplo, Ulises Ruiz adelantó auditorías y, en consecuencia, las resoluciones judiciales al respecto de irregularidades financieras, De esta forma, Gabino Cué está encontrando muchas dificultades en armar un caso que enjuicie al antiguo Secretario de Finanzas del estado, en particular, porque el caso ya lo desestimó un juez local durante la gestión de Ulises Ruiz. Es decir, los gobernadores elaboran estrategias sofisticadas para la transición toda vez que quieren evitar ser víctimas de la ausencia del Estado de derecho que ellos preservaban. El caso de Salazar ejemplifica que los mecanismos de protección que intentó dejar en la transición fueron insuficientes y ahora, el exgobernador, es vulnerable al uso político de las instituciones de justicia local.

 Más allá de los involucrados, queda claro que en este país, ante la transición, las cabezas del Ejecutivo, ya sea federal o local, ven sus próximos procesos electorales como tema de vida o muerte que sus candidatos ganen su respectiva elección, de lo contrario, se les puede abrir un proceso judicial, por lo endeble del Estado de derecho y la falta de certeza jurídica en nuestro país.
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lunes, 29 de agosto de 2011

¿Cómo evitar el prolongado letargo de la economía?

Por Joseph Stiglitz (*)

En este diluvio de malas noticias económicas, el único pensamiento reconfortante es que las cosas podrían haber sido peores: el conjunto de las tres agencias clasificadoras habrían podido bajar la nota a los EE.UU., las Bolsas podrían haber caído más aún y los EE.UU. podrían haber caído en el default de su deuda.
La opinión general es que todavía existe, en este nuevo episodio de la Gran Recesión el elevado riesgo de que las cosas empeoren, sin que los gobiernos encuentren un instrumento eficaz. El primer punto es certero, pero el segundo no lo es.

Durante la crisis y aún antes los economistas keynesianos plantearon una coherente interpretación de los acontecimientos. Antes de la crisis, y en gran medida en los EE.UU., la economía mundial se hallaba sostenida por una burbuja. La explosión de la burbuja dejó un excedente de endeudamiento e inmobiliario. El consumo se mantendrá bajo y en ambos lados del Atlántico la austeridad garantiza que no será el Estado quién llene el vacío. No es sorprendente, por lo tanto, que en estas condiciones las empresas aún las que tienen acceso a los capitales se resistan a invertir.

Es cierto que quienes se preocuparon por la falta de instrumentos políticos, en parte tienen razón. La mala política monetaria que nos ha sumergido en el cenagal no está en condiciones de auxiliarnos. Pero si logramos calmar a los halcones de la inflación de la Reserva Federal, un tercer período de flexibilización cuantitativa sería todavía menos eficaz que el precedente. El que más contribuyó probablemente a generar burbujas en los mercados emergentes, sin relanzar sin embargo los préstamos ni las inversiones en los EE.UU.

El anuncio realizado por la Reserva Federal de que mantendría sus tasas testigo a un nivel cercano a cero durante los dos años próximos revela manifiestamente su desesperación ante las dificultades económicas. Por lo tanto aunque esa medida consiga poner límites, por lo menos temporalmente, a la caída de los precios de las acciones, no echará las bases de la recuperación: no son las elevadas tasas de interés las que impiden reflotar la economía.

Las grandes empresas regurgitan liquidez, pero los bancos no otorgan préstamos a las empresas medianas y pequeñas que en toda economía son fuente de creación de empleos. La FED y el Tesoro han fracasado lamentablemente en la revigorización de ese tipo de préstamos, que serían mucho más eficaces para reactivar la economía que el mantenimiento de bajas tasas de interés hasta 2015.

Por lo tanto la verdadera solución, al menos en lo concerniente a países como los EE.UU., prestar a bajas tasas de interés es sencilla: utilizar el dinero para proceder a inversiones altamente rentables. Eso reactivaría el crecimiento y generaría ingresos fiscales, reduciendo de ese modo la relación entre la deuda y el producto bruto interno (PBI) y mejorando la sustentabilidad de la deuda.

Aun con las condiciones presupuestarias que conocemos, reorientar los gastos y los impuestos hacia el crecimiento reduciendo las retenciones salariales y aumentándoles los impuestos a los ricos, pero bajándoles también los impuestos a las empresas que invierten y aumentándoselos a las que no lo hacen, permitiría mejorar la sustentabilidad de la deuda.

Las políticas actuales se resisten sin embargo a encarar esas soluciones. Los mercados saben que la ola de bajos impuestos y de fetichismo que circula actualmente por el Atlántico norte significa que no existe disponible ningún instrumento: la política monetaria no funcionará, la política presupuestaria está trabada, el crecimiento declinará y el mejoramiento de los déficit (resultado de la austeridad) será decepcionante.

Pero, como lo muestra la degradación anunciada por Standard and Poors (S&P), también los mercados tienen su agenda política. Ningún economista se contentaría con tomar en consideración solo la columna deudora del balance. Es sin embargo lo que ha hecho S&P. Más revelador es aún el hecho de que los EE.UU. regulan su deuda en dólares y que son ellos los que controlan la emisión de billetes. No hay por lo tanto ningún riesgo de default excepto en el tipo de pantomima política que nos acaba de brindar S&P.

Los mercados se equivocan a menudo, pero el balance de las agencias de calificación no inspiran confianza, en todo caso no se justifica ciertamente que se sustituya la opinión convergente de millones de personas por el criterio de un puñado de tecnólogos que trabajan para una firma cuya conducción y motivaciones son problemáticos. Los dirigentes europeos tienen razón cuando acaban de pedir que no hay que fiarse demasiado de las calificaciones de esas agencias.

Europa y Estados Unidos se hallan actualmente enfrentados a excepcionales dificultades políticas. Es difícil opinar sobre cual de las situaciones es peor: la parálisis estadounidense o la tambaleante estructura política europea. Los dirigentes europeos han tomado medidas decisivas pero los acontecimientos van más rápido aún que sus ratificaciones y su puesta en marcha.

En Europa la relación entre la deuda y el PBI es más baja que en los EE.UU.; si tuviera igualmente un adecuado presupuesto común, Europa estaría en mejores condiciones que los EE.UU.

El otro problema de Europa es que hay demasiada gente que piensa que la austeridad presupuestaria es la respuesta adecuada. Recordemos sin embargo que antes de la crisis España e Irlanda registraban excedentes y una débil relación entre deuda/PBI. Aumentar la austeridad no tendrá otro resultado que desacelerar el crecimiento de Europa y acrecentar los problemas presupuestarios.

Los responsables europeos no advirtieron sino ahora que Grecia y los demás países alcanzados por la crisis necesitaban crecer y que la austeridad no es el camino.

Todo lo anterior acrecienta la probabilidad de que el Atlántico norte sufra una recesión de doble vacío, pero tampoco hay nada mágico en el número cero. La tasa de crecimiento crítica es aquella a partir de la cual deja de ahondarse el déficit laboral. El problema es que la actual tasa de crecimiento de Europa y de los EE.UU. que está alrededor del 1% es menos de la mitad de lo que se necesitaría para lograrlo.

A comienzos de la recesión, escuchamos muchas amables palabras acerca de que habíamos aprendido lecciones de la Gran Depresión y del prolongado letargo japonés. Ahora sabemos que no habíamos aprendido nada. El plan de reactivación estadounidense es demasiado modesto, poco durable y mal concebido.

No se ha obligado a los bancos a volver a prestar. Nuestros dirigentes han intentado camuflar las debilidades de la economía, temiendo tal vez que hablando francamente se corría el riesgo de destruir totalmente una confianza ya demasiado frágil. Pero la partida ya está perdida.

Ahora la amplitud del problema ha salido a la luz y ha surgido una nueva certeza: la certeza de que cualesquiera que sean las medidas que se adopten, las cosas van a emporar. Un prolongado letargo parece ser de ahora en más el escenario más optimista.

(*) Premio Nobel de Economía.
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lunes, 22 de agosto de 2011

Un contagio de malas ideas

Por Joseph Stiglitz (*)

La gran recesión de 2008 se ha transformado en la recesión del Atlántico norte: son principalmente Europa y EE UU, no los mercados emergentes más importantes, los que se han visto afectados por el lento crecimiento y alto desempleo.
Y son Europa y EE UU los que marchan, juntos o separados, hacia el desenlace de una gran debacle. La explosión de una burbuja condujo a un estímulo keynesiano masivo que evitó una recesión mucho más profunda, pero también impulsó déficit presupuestarios importantes. La respuesta -recortes masivos del gasto- garantiza que los niveles de desempleo inaceptablemente altos (un vasto desperdicio de recursos y un exceso de oferta de sufrimiento) se prolonguen durante años.

La Unión Europea finalmente se ha comprometido a ayudar a sus miembros en dificultades financieras. No tenía opción: la agitación financiera amenazaba con extenderse desde países pequeños como Grecia e Irlanda a otros grandes como Italia y España, y la propia supervivencia del euro afrontaba peligros crecientes. Los líderes europeos reconocieron que las deudas de los países en problemas serían inmanejables a menos que sus economías pudiesen crecer, y que el crecimiento no se lograría sin ayuda.

Pero si bien los líderes europeos prometieron que la ayuda estaba en camino, reforzaron su creencia de que los países sin crisis deben recortar sus gastos. La austeridad resultante retrasará el crecimiento europeo y con ello el de sus economías con mayores problemas: después de todo, nada ayudaría más a Grecia que el crecimiento robusto de sus socios comerciales. Y el bajo crecimiento dañará la recaudación tributaria, socavando la meta proclamada de consolidación fiscal.

Las discusiones previas a la crisis ilustraron lo poco que se había hecho para reparar los fundamentos económicos. La oposición vehemente del Banco Central Europeo a algo esencial para todas las economías capitalistas -la reestructuración de la deuda de las entidades en quiebra o insolventes- evidencia la continua fragilidad del sistema bancario occidental.

El BCE argumentó que los contribuyentes deberían hacerse cargo del coste total de la deuda soberana griega en problemas, por miedo a que cualquier participación del sector privado pudiese disparar un evento crediticio que forzara importantes erogaciones sobre los seguros de impago crediticio (CDS) y posiblemente fomentara mayores problemas financieros. Pero si ese es un miedo real del BCE -si no se trata meramente de actuar en favor de los prestamistas privados-, tendría que haber exigido a los bancos que mantengan más capital.

Además, el BCE tendría que haber prohibido a los bancos operar en el arriesgado mercado de los CDS, donde son rehenes de las decisiones de las agencias de calificación sobre lo que constituye un evento crediticio. En efecto, un logro positivo de los líderes europeos en la reciente cumbre de Bruselas fue comenzar el proceso de limitar tanto al BCE como al poder de las agencias de calificación estadounidenses.

De hecho, el aspecto más curioso de la posición del BCE fue su amenaza de no aceptar los bonos reestructurados como garantía si las agencias de calificación decidían que la reestructuración debía clasificarse como un evento crediticio. La idea de la reestructuración era liquidar deuda y lograr que el resto fuese más manejable. Si los bonos eran aceptables como garantía antes de la reestructuración, ciertamente serían más seguros después de ella y, por tanto, igualmente aceptables.

Este episodio sirve como recordatorio de que los bancos centrales son instituciones políticas con una agenda política, y que los bancos centrales independientes tienden a ser capturados (al menos cognitivamente) por los bancos a los que supuestamente deben regular.

Y la situación no está mucho mejor del otro lado del Atlántico. Allí, la extrema derecha amenazó con paralizar al Gobierno de EE UU, confirmando lo que sugiere la teoría de los juegos: cuando personas racionales se enfrentan a quienes están irracionalmente decididos a la destrucción si no logran su objetivo, son estos últimos quienes prevalecen.

Como resultado, el presidente Barack Obama consintió una estrategia desequilibrada de reducción de la deuda, sin aumentos de impuestos -ni siquiera para los millonarios a quienes les ha ido tan bien durante las últimas dos décadas, y sin siquiera eliminar las dádivas impositivas a las empresas petroleras, que socavan la eficiencia económica y contribuyen a la degradación ambiental.

Los optimistas argumentan que el impacto macroeconómico de corto plazo del acuerdo para aumentar el tope del endeudamiento estadounidense y evitar el impago de la deuda soberana será limitado: recortes en el gasto de aproximadamente 25.000 millones de dólares para el año próximo. Pero el recorte en los impuestos sobre los salarios (que contribuía con más de 100.000 millones al bolsillo del ciudadano común estadounidense) no fue renovado, y seguramente las empresas, anticipando las consecuencias contractivas, serán aún más renuentes a otorgar créditos.

La cesación del estímulo es en sí misma contractiva. Y a medida que los precios de los inmuebles continúan cayendo, que el crecimiento del PBI vacila y el desempleo se empecina en mantenerse elevado (uno de cada seis estadounidenses que desean un trabajo a tiempo completo aún no puede obtenerlo), lo que hace falta es más estímulo y no austeridad -incluso para equilibrar el presupuesto-. El impulsor más importante del crecimiento del déficit es la baja recaudación fiscal debida a un pobre desempeño económico; el mejor remedio sería que EE UU vuelva al trabajo. El reciente acuerdo de la deuda es una jugada en la dirección equivocada.

Ha habido mucha preocupación sobre el contagio financiero entre Europa y EE UU. Después de todo, los errores de gestión financiera estadounidense desempeñaron un papel importante en el desencadenamiento de los problemas europeos, y la agitación financiera europea no será buena para EE UU -especialmente considerando la fragilidad del sistema bancario estadounidense y su continuo papel respecto de los poco transparentes CDS.

Pero el problema real surge de otro tipo de contagio: las malas ideas cruzan fácilmente las fronteras, y las nociones económicas equivocadas a ambos lados del Atlántico se han estado reforzando entre sí. Esto será también válido para el estancamiento que esas políticas conllevarán.


(*) Profesor de la Universidad de Columbia y premio Nobel de Economía.
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La recesión que se viene

Por Carlos Garramón (*)

En el primer trimestre del año, el FMI y los analistas más optimistas intentaron convencer al mundo de que la economía global había iniciado una senda de crecimiento y recuperación. Datos sobre confianza del consumidor, desempleo y estancamiento del sector inmobiliario en EEUU reflejados en el crecimiento del producto durante el segundo trimestre del año: 1.3%, conformaron un cuadro de pesimismo agudo y desataron los temores de que la economía ingresaba en una faz de contracción.

Como estocada final, S&P recalificó la deuda del Gobierno de EE.UU. de AAA a AA+, rompiendo de esta forma setenta años de reconocimiento mundial hacia sus bonos soberanos y poniendo un velo de desconfianza sobre el principal activo de reserva de que disponía el sistema financiero internacional.

Este escenario se oscureció aún más con el agravamiento de la crisis financiera y política en Europa, fundamentalmente como consecuencia de la crisis fiscal en Italia, que se ha visto forzada a implementar un plan de austeridad fiscal con recortes de 40.000 millones de euros, para recibir, junto a España, compras de sus bonos soberanos por 35.000 millones de dólares.

Los mercados reaccionaron con pánico y altísima volatilidad ante el temor de que las advertencias de una segunda recesión se hiciesen realidad, o que en el mejor de los escenarios los países centrales ingresasen en un prolongado período de languidez , confirmado por Ben Bernanake al declarar que se mantendrán las tasas de interés a nivel de casi cero en EE.UU. hasta el 2013.

El pánico se disipó en parte la semana pasada pero el vértigo de la caída y la generalización del derrumbe a todos los valores -con excepción del oro, las commodities alimentarias y los bonos soberanos de EE.UU, alertaron sobre la instantaneidad con la que la globalización del mercado de capitales, generaliza el contagio a todas las bolsas del mundo.

Alertaron también qué sucederá globalmente si el pánico se transforma en realidad y como predijo Nouriel Roubini, la economía global ingresa en recesión en el segundo semestre del 2011. Su último artículo en el Financial Times del 7 de agosto se titula Mission impossible: Stop another recession

Ahora bien, ¿dónde estamos parados, mas allá de las oscilaciones bipolares del mercado de capitales, y qué debemos esperar que suceda en los próximos meses?

Responder a la primera interrogante - la caracterización del estado de situación de la crisis a agosto del 2011- requiere una aclaración: felizmente no podemos dar una respuesta global. En el transcurso de la crisis, la economía mundial ha afianzado su multipolaridad. En un esfuerzo simplificador hoy encontramos al menos seis realidades económicas que muestran situaciones y comportamientos diversos: EE.UU.; Europa; Asia; las economías emergentes; los países en vías de desarrollo; y el mundo subdesarrollado.

Sin lugar a dudas el peso específico de cada una de ellas sobre el producto mundial es marcadamente distinto, y en consecuencia el impacto de lo que suceda en cada una de ellas sobre la economía global será significativamente diferente. En el contexto de esta aclaración, lo que sucede en EE.UU. y Europa es determinante a nivel global, aunque cada día con un impacto relativamente menor sobre los países que integran las restantes categorías.

A medida que la crisis avanza y se profundiza, las economías emergentes y los países en vías de desarrollo productores de commodities blindan sus economías del contagio de nuevos deterioros en los países centrales. En consecuencia, ni la caracterización, ni las predicciones futuras son directamente extrapolables de EE.UU. y Europa, a los BRIC ni a América Latina, ni a muchos países de Asia, como lo eran cuatro años atrás cuando la recesión mostraba sus primeras evidencias.

Por lo tanto, iniciemos este difícil ejercicio de síntesis sobre la caracterización de la situación HOY, por el centro del sistema que representa el 40% del producto y el 50% del consumo. Mediante guerras, estímulos y salvatajes, que han insumido casi tres trillones de dólares, los EE.UU. se encuentran en una crisis fiscal y de endeudamiento sin precedentes. Su deuda soberana igualó el producto y su déficit fiscal alcanzó el 9% del mismo.

Pero más grave aún, su restricción fiscal se enfrenta a un desempleo del 9.1% y a una desaceleración pronunciada de su economía. Desempleo y contracción en el plano socioeconómico, y debilitamiento del liderazgo presidencial en el plano político, conspiran para que el liderazgo mundial de EE.UU. y su perfil de potencia global se vean seriamente debilitados. Europa, aún sin cerrar el telón sobre la tragedia griega, enfrenta nuevos desafíos, últimamente desde países cuya incidencia en la Zona Euro es relevante: España, Italia e incluso Francia.

El endeudamiento soberano, y el de su sistema financiero privado, no soportaron las irresponsabilidades fiscales y de adquisición de riesgo, que sustentaron artificialmente una inversión y un consumo disociado del nivel de productividad correspondiente a la pertenencia a una moneda única: el Euro - cuyo valor real se sustenta en la eficiencia productiva de Alemania -.
En síntesis, endeudamiento, severa restricción fiscal, debilitamiento del sector financiero, austeridad, depresión económica, desempleo y crisis política, conforman el sombrío paisaje en el centro del sistema económico capitalista mundial.

Como contrapartida, las economías emergentes se han caracterizado a partir del 2009 por una expansión económica sostenida, estructurada en torno a un flujo creciente de inversión extranjera directa. Crece el valor se sus exportaciones, el consumo interno y disminuye el desempleo y la pobreza.

Sin embargo, este alentador escenario ha evidenciado problemas en otras facetas de la economía: inflación y reevaluación de sus monedas, como consecuencia del flujo de capitales que huye de las economías avanzadas y busca oportunidades en China, Brasil, India, Rusia, y otros países ricos en recursos naturales y productores de materias primas. El resto de las economías en vías de desarrollo, o subdesarrolladas, se dividen en aquellas que disfrutan del viento a favor que les genera ser productoras de materias primas, o el hambre que se generaliza como resultado de la sostenida suba del precio de los alimentos, en aquellos países que deben importarlos.

Ante este panorama de crisis global, pero de realidades fragmentadas, observamos reacciones diversas. Los países centrales tratan de calmar desesperadamente sus agentes económicos: EE.UU. aumenta el techo de su endeudamiento y como en un mundo de fantasía intenta desprestigiar a S&P porque desdibujó el monto de la deuda en 2 billones. Obama, inicia una gira en el bus one para recuperar liderazgo, y dar un código de austeridad (?).

Sin embargo, la realidad es hoy, a partir del debate en el Congreso por el techo de la deuda, más clara que nunca: el monto de la deuda es enorme, cancelarlo trasciende generaciones y los recortes fiscales debilitarán inexorablemente los programas sociales y la capacidad de defensa militar, situación que atenta contra el núcleo psicológico de la sociedad norteamericana: el miedo a lo no-norteamericano, agudizado por el terrorismo musulmán. Europa intenta calmar a los inversores y defender al agonizante Euro.

¿Qué sucederá en los próximos meses?: un período de anemia económica en las economías centrales, como consecuencia de una austeridad generalizada que puede rápida y sorpresivamente transformarse en recesión.

Si sucediese, el contagio al resto de los países será inevitable, como lo fue en 2008, a pesar de que tres años después la mayoría de las economías - al menos Latinoamérica y Asia - estén en una posición más sólida, fundamentalmente en cuanto a nivel de endeudamiento y situación fiscal se refiere.

Para América Latina el impacto dependerá de cual sea la proporción del precio de las commodities que se explica por factores especulativos, y no por las fuerzas de la oferta y la demanda, la cual a nuestro juicio es sólida, aunque puede sufrir un debilitamiento en la medida en que China reduzca su pauta de crecimiento que en julio decreció al 7.6% anualizada.

El impacto del debilitamiento o la recesión será menor aún en los países productores de commodities alimentarias, lo cual nos lleva a concluir que el MERCOSUR tiene una formidable oportunidad en los próximos años ya que el flujo de inversiones y capitales acompañará esta suerte de desacople de la crisis global.


(*) Ingeniero Agrónomo de la Universidad de la República Oriental del Uruguay, Master en Economía Agraria de la Universidad Católica de Chile, PHD(C) en Economía Agraria de la Universidad de California, Campus Berkeley. Funcionario y consultor en OEA, ONU, FAO, FIDA, BID y Banco Mundial.

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jueves, 18 de agosto de 2011

Libro de la semana: mañana forever

  •  Jorge Castañeda. Mañana forever? Ed. Alfred A. Knopf, 320 páginas. Nueva York, 2011

El sangriento conflicto entre los cárteles de la droga y las fuerzas del orden, sumado al enfrentamiento entre los propios narcotraficantes que padece México desde 2006, no es el único problema que tendrá que resolver el país en los próximos años. En su último libro, Mañana forever?, el ex ministro de Asuntos Exteriores y académico mexicano Jorge G. Castañeda realiza un recorrido por muchos de esos desafíos que tendrá que afrontar el Estado mexicano si quiere convertirse en una de las regiones con unos índices de desarrollo social, económico y político más altos.

Castañeda dedica la primera parte de su libro a explicar una de las tesis que recorren toda la obra: el radical individualismo de los ciudadanos es uno de los mayores obstáculos de entre todos los que impiden el desarrollo de la sociedad mexicana. Para justificar esta idea ofrece muchos datos estadísticos y algunas interpretaciones personales de la realidad social del país. Algunas de estas explicaciones son cuestionables. Por ejemplo, cuando Castañeda, aún reconociendo las deficiencias del sistema de transporte público de la capital, concluye que es el individualismo de los autóctonos lo que explica que muchos capitalinos usen el automóvil en sus desplazamientos cotidianos, contribuyendo con ello a la terrible contaminación ambiental del Distrito Federal y a su caos circulatorio. Su argumento sería más aceptable si el servicio de transporte fuera más moderno y eficiente.

En otra parte del libro, sin embargo, al hablar de la corrupción, el autor se muestra firme al asegurar que son las circunstancias materiales las que condicionan el carácter, afirmando que sería un disparate pensar que los mexicanos son corruptos por naturaleza, que ésta está grabada en su personalidad. Para ello ofrece explicaciones históricas y sobre todo destaca que los bajos estándares de legalidad y las deficiencias del sistema de justicia, explicarían por qué la corrupción está tan extendida. Como señaló un comentarista cultural mexicano en su reseña sobre el libro de Castañeda, el problema a la hora de tratar de fijar las características de la psique nacional es que existen y no existen al mismo tiempo. Además, sólo se pueden abordar y dibujar desde la generalidad, por más que en nuestros días puedan respaldarse con encuestas y estadísticas.

Castañeda utiliza sus amplios conocimientos históricos para ilustrar muchos de sus argumentos. Sus explicaciones sobre el régimen del PRI, que durante sus 70 años de existencia modeló las instituciones mexicanas, muchas de las cuales siguen existiendo en la actualidad con idéntico modus operandi, permiten entender algunos de los males del México actual. Destaca su explicación de cómo el sistema político unipartidista del PRI se ha convertido en un aparentemente sistema plural tripartidista -PRI, PAN y PRD- que sin embargo no ha conseguido introducir el debate político real en la esfera pública mexicana. Esto se explicaría, según Castañeda, además de por los equilibrios de poder entre las distintas facciones partidistas, por la aversión de los mexicanos a la confrontación. Otro de los rasgos del carácter nacional que señala como imprescindible si se quiere entender su país.

Entre los retos modernizadores que ha de enfrentar la sociedad mexicana Castañeda destaca el fin de los monopolios estatales y privados, el aumento de la inversión extranjera y la previsión de una diversificación productiva que enfrente el hecho de que parte de su industria manufacturera se está deslocalizando, sobre todo hacia China. Basándose en un enaltecimiento abrumadoramente optimista -cuestionable en igual medida- de los efectos positivos que supuso para la economía y para la sociedad mexicana la firma en 1994 del tratado NAFTA con EE UU y Canadá, el autor contempla como la única alternativa de futuro para la economía mexicana es un mayor estrechamiento de los lazos con Washington. Para conseguir esto, añade, los mexicanos deberían revisar sus casi atávicas reticencias hacia su vecino del norte.

No sólo en la esfera económica se necesitaría una relación más profunda con EE UU. En lo relativo a la lucha con el crimen organizado Castañeda concluye con sensatez que la única solución a largo plazo pasa por una cambio radical de la sociedad y las autoridades mexicanas en su relación con la legalidad. También insinúa, sin desarrollar demasiado el argumento, que una alternativa sería un plan para México similar al Plan Colombia, con una implicación mayor de Estados Unidos de la que ya supone el Plan Mérida.
 
Se echan en falta más referencias biográficas sobre algunos de los asuntos que se tratan. No podemos olvidar que Castañeda fue asesor de Cuauhtémoc Cárdenas en su campaña presidencial contra Salinas, ministro de Asuntos Exteriores entre 2000 y 2003 con Vicente Fox y candidato independiente a las elecciones presidenciales de 2006. No sólo la biografía política es importante. En un cierto momento el autor, tras criticar en general el ingente poder de los sindicatos mexicanos, herederos del régimen del PRI, centra sus críticas en Elba Esther Gordillo, La Maestra, la poderosa líder del sindicato de profesores mexicanos. Comenta la poco transparente gestión de los fondos del sindicato e incluye referencias a su sorprendente patrimonio personal, que incluye varias propiedades inmobiliarias de lujo en México D.F. y EE UU. Sin embargo, el autor omite toda referencia a la relación contractual que ha mantenido con la señora Gordillo como inquilino de uno de esos apartamentos de lujo situado en el barrio de Polanco, uno de los más elitistas de la capital. La cifra de ese alquiler se convirtió en un motivo de disputa pública entre ambos. Desde entonces, La Maestra se permite incluso cuestionar en entrevistas la autoridad moral de Castañeda.

Aunque, como era de esperar, Castañeda no revela muchos de los engranajes menos obvios de los mecanismos de poder en los que él estuvo implicado y que aún siguen haciendo funcionar una maquinaria política y económica oxidada e ineficiente, Mañana forever? es una guía útil para acercarse a un país complejo, con un potencial económico y social sistemáticamente dilapidado y un futuro lleno de incertidumbres.
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martes, 16 de agosto de 2011

La catastrófica claudicación

Por Paul Krugman (*)

El acuerdo para elevar el techo de la deuda federal está a punto de ser aprobado. Si esto sucede, muchos comentaristas anunciarán que se ha evitado la catástrofe. Se estarán equivocando.
Porque el acuerdo en sí, según la información disponible, es una catástrofe, y no sólo para el presidente Barack Obama y su partido. El acuerdo perjudicará a una economía que ya está en recesión, probablemente agrave aún más el eterno problema del déficit norteamericano y, lo que es más importante todavía, al demostrar que la extorsión descarada funciona y no tiene costo político, arrastrará a Estados Unidos por el camino de las repúblicas bananeras.

Empecemos por la economía. En este momento, el país atraviesa una profunda depresión. Es casi seguro que la economía seguirá fuertemente deprimida durante todo el año que viene. Y es muy probable que la depresión continúe también durante 2013, o incluso más allá.

Lo peor que se puede hacer en una coyuntura como ésta es recortar el gasto público, porque sólo deprimirá la economía aún más. No escuchen a esos que invocan al hada de la confianza de los mercados, que aseguran que las enérgicas medidas presupuestarias transmitirán tranquilidad a los inversores y los consumidores y lograrán que gasten más. Las cosas no funcionan así: está demostrado por numerosos estudios de los registros históricos.

De hecho, recortar el gasto con la economía deprimida ni siquiera aliviará mucho la situación presupuestaria, y hasta podría agravarla. Por un lado, las tasas de interés con las que se endeuda el gobierno federal son muy bajas, así que un recorte del gasto ahora no hará mucho por reducir el costo de los intereses futuros. Por otro lado, debilitar la economía ahora también dañará sus perspectivas a largo plazo, reduciendo a su vez los ingresos futuros. Así que esos exigentes recortes del gasto de la actualidad son como esos médicos medievales que trataban al enfermo con sangrías y sólo conseguían enfermarlo aún más.

Y después están los términos del arreglo, que equivalen a una abyecta rendición por parte del presidente Obama. Primero, habrá enormes recortes del gasto público, sin aumentos de los ingresos. Luego un panel recomendará futuras reducciones del déficit, y si esas recomendaciones son aceptadas, habrá otros recortes del gasto.

Supuestamente, los republicanos tendrán incentivos para hacer concesiones en la próxima ronda, porque los gastos en defensa están en la mira de los recortes. Pero el Partido Republicano acaba de demostrar que está dispuesto a dejar que se produzca un colapso financiero a menos que su ala más dura obtenga todo lo que quiere. ¿Por qué esperar entonces que sean más razonables la próxima vez?

De hecho, lo más probable es que los republicanos se envalentonen por el modo en que Obama sigue retrocediendo frente a sus amenazas. Ya se rindió en diciembre, cuando extendió todos los recortes impositivos de George W. Bush, y se ha rendido ahora y a gran escala frente a la descarada extorsión sobre el techo de endeudamiento. Tal vez sea yo, pero acá veo un patrón de conducta.

¿Tenía el presidente alguna alternativa esta vez? Sí. Para empezar, podría y debería haber pedido un aumento del techo de endeudamiento allá en diciembre pasado.

Cuando le preguntaron por qué no lo hizo, respondió que estaba seguro de que los republicanos actuarían con responsabilidad. Seguí participando.

Incluso ahora, el gobierno de Obama podría haber recurrido a maniobras legales para sortear el techo de endeudamiento, para lo cual contaba con numerosas opciones. En circunstancias normales, habría sido un recurso extremo. Pero frente a la realidad de lo que está pasando, es decir, una extorsión descarada de parte de un partido que, después de todo, sólo controla una de las cámaras del Congreso, habría sido totalmente justificable.

Como mínimo, el presidente podría haber usado la opción de la artimaña legal para fortalecer su posición en las negociaciones. Sin embargo, hizo todo lo contrario: descartó todas esas opciones desde el principio.

¿Pero endurecer su postura no hubiese provocado preocupación en los mercados? Probablemente no. De hecho, si yo fuera un inversionista y viera que el presidente está dispuesto y es capaz de plantarse ante la extorsión de la extrema derecha, me sentiría más tranquilo, y no más preocupado. En cambio, Obama eligió mostrar lo contrario.


Todos pierden

Que nadie se equivoque: lo que estamos presenciando es una catástrofe en todos los planos.

Es, por supuesto, una catástrofe política para los demócratas, que hace apenas unas semanas parecían haber dejado en retirada a los republicanos y sus planes para desmantelar Medicare; ahora Obama arrojó todo a la basura. Y el daño continúa: habrá más situaciones embudo en las que los republicanos tendrán ocasión de amenazar con generar una crisis a menos que el presidente se rinda, y ahora pueden actuar confiados en que así será.

A la larga, sin embargo, los demócratas no serán los únicos perdedores. Lo que los republicanos lograron al salirse con la suya es poner en duda todo el sistema de gobierno. Al fin y al cabo, si es el partido dispuesto a ser más despiadado, dispuesto incluso a poner en peligro la seguridad económica de la nación, el que logra dictar las políticas de Estado, ¿cómo va a funcionar la democracia norteamericana? La respuesta: quizá no funcione.


Paul Krugman recibió el Premio Nobel de Economía en 2008.

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martes, 9 de agosto de 2011

Un planeta con cifras contradictorias

Bernardo Kliksberg (*)

¿Sabe Ud. cuánto se gasta en armas en el mundo?. Más de un millón y medio de dólares por segundo. Hay más de mil millones de personas con hambre. El Programa Mundial de Alimentos de la ONU dice que la deficiencia de micronutrientes hace a las personas más susceptibles a las enfermedades infecciosas, perjudica el desarrollo físico y mental, reduce la productividad laboral y aumenta el riesgo de sufrir una muerte prematura . Con solo 25 centavos de dólar se puede dar una taza de alimentos con todos los nutrientes necesarios para un día. Con el 10% del gasto en armas se podría eliminar el hambre.

800.000 personas, la gran mayoría de ellos niños menores de 5 años de edad, mueren anualmente por malaria. Una red mosquitero tratada con insecticidas podría salvar a gran parte. Vale menos de 5 dólares. La Organización Mundial de la Salud pidió en el 2010 a los países ricos, 6000 millones de dólares para enfrentar la malaria. Solo le aportaron, menos de la tercera parte 1800 millones.

Fallecen en el mundo por año, 8.100.000 niños por causas prevenibles, vinculadas a la pobreza, y 350.000 madres durante el parto o el embarazo. La diferencia de esperanza de vida entre una madre de un país pobre, y una de un país rico, es de 35 años.

La inversión en salud pública es fundamental. No es cuestión solo de tener recursos, sino de priorizar a la gente. Entre los países con mayor mortalidad infantil del planeta, se hallan Guinea ecuatorial, país petrolero, donde mueren 90 niños por cada 1000 nacidos vivos, el presupuesto de salud, es solo 1.9% del Producto Bruto. En Mymar mueren 63.4 de cada 1000 y dedica a salud solo el 1.9% del Producto Bruto. Son dos férreas dictaduras. Algunos de los principales países petroleros del mundo también autoritarios, tienen una inversión en salud a gran distancia del 6% que pide la Organización Mundial de la Salud. Es en Kuwait 2.2% del PBI, Emiratos Arabes Unidos 2.7%, Arabia Saudita 3.4%, Barhaim, 3.7%.

Es posible hacerlo diferente. Costa Rica, tiene cero gasto en armas. Invierte en salud 6.6% del PBI. Toda la población está protegida. Tiene tasas de mortalidad materna e infantil, al nivel de las mejores del mundo. Entre otros, Argentina, Brasil, Chile y Uruguay, han subido fuertemente en los años recientes sus inversiones en salud, y educación, y mejorado significativamente las tasas.

¿Se puede pedir a las empresas ayuden en esto?. Desde ya, por primera vez un laboratorio de punta, Gilead Sciences anunció que entregaba a una agencia pública internacional de patentes medicinales, las licencias para usar sus nuevos medicamentos contra el SIDA, que mejoran fuertemente la prevención y el tratamiento. Con ello podrán llegar a los países más pobres que son los más afectados.

No tienen por qué seguir pereciendo niños y madres, en pleno siglo XXI por hambre, malaria, falta de cobertura médica, y pobreza. Ya el texto bíblico proclamaba No desatenderás la sangre de tu prójimo .


(*) Presidente de la Red Iberoamericana de Universidades por la Responsabilidad Social Empresarial integrada por 220 Universidades de 21 países.
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lunes, 8 de agosto de 2011

Seguirá la tormenta: Soluciones Parciales.


  • EUA carece de credibilidad para disminuir su déficit fiscal en el mediano plazo.
  • Existe una posibilidad de que el mercado estadounidense disminuya su consumo, causando distorsiones a nivel global.
  • México está anclado a su dependencia con EUA.
  • En principio, toda solución tendrá consecuencias negativas.

Si alguien consideraba que la Tormenta Financiera había pasado, pecaba de ingenuo, ya que los factores que generaron el problema nunca fueron atacados a tiempo, se dejaron crecer, se pervirtieron las decisiones y simplemente como se dice, patearon el problema para adelante.

El déficit presupuestario de varios países desarrollados, en especial de Estados Unidos, sobre todo con emisión primaria de dinero y deuda pública, no es sostenible a corto plazo y la opción de que Estados Unidos declare una moratoria del pago de su deuda ha pasado de lo impensable a lo posible.

Los problemas del país son autogenerados, son el resultado directo de la combinación de la drástica reducción de impuestos aplicada por la administración Bush,  y el coste de 3.7 billones de dólares producto de la guerra en el Medio Oriente.

En opinión de algunos analistas las fuertes diferencias entre los partidos Demócrata y Republicano en Estados Unidos han elevado la posibilidad de un recorte a la calificación crediticia, aunque se haya logrado un acuerdo de última hora sobre el incremento en el techo de endeudamiento; los desacuerdos que no se han podido disolver en el Congreso de EU, hacen pensar que es difícil que se presentará un paquete sólido de sustentabilidad de las finanzas públicas.

Muchos países en desarrollo y emergentes (México Incluido), tienen miles de millones de dólares de bonos del Tesoro de Estados Unidos como parte de sus reservas de divisas; la perspectiva de una suspensión de pagos y la rebaja de la calificación del crédito reduciría su valor. Actualmente China es el mayor tenedor de deuda del Tesoro de EUA con 1.15 billones de dólares, aunque durante los últimos 4 meses, el país ha empezado a buscar nuevos lugares donde invertir al reducir su participación en los bonos del Tesoro estadounidense.

La incertidumbre en los mercados financieros ha causado que los inversionistas hayan empezado a refugiar sus activos en commodities de rentabilidad más estables cómo el oro, pues contrariamente a otras inversiones, no está ligado a un emisor que corra el riesgo de impago.

No existe un precedente histórico para saber lo que ocurrirá si EU dejara de pagar parte de sus obligaciones, pero sin duda un "default parcial" afectaría directamente a la población porque el Gobierno recortaría pagos gubernamentales como cheques asistenciales a la seguridad social y al desempleo, dando prioridad los sueldos del ejército y a los pagos de su deuda.

Es muy posible que suban las tasas de interés. Eso significa que se cobrarán más intereses por las tarjetas de crédito, las hipotecas de viviendas, los créditos automotrices y los préstamos estudiantiles, entre otros. Ello deteriorará la capacidad de endeudamiento de las familias, y podría reducir seriamente la inversión empresarial dada la contracción y el encarecimiento del crédito, lo que se traduce en un aumento del desempleo.

El gasto de gobierno en la población equivale a cerca de 10 u 11% del PIB, alrededor del 40% del gasto total. Si a Estados Unidos le resulta más caro endeudarse como resultado de la degradación de calificación, esto significaría una caída en este rubro, e impacta directamente al consumidor estadounidense. Aunado a esto, las familias todavía tienen que reducir deuda y recortar gastos en anticipación de impuestos más altos.

La consecuencia de esta situación es que los consumidores y empresas probablemente contraigan su gasto a los artículos de primera necesidad, y que el valor del dólar de deprecie impactando de forma inmediata a las monedas de prácticamente todos los mercados emergentes, especialmente al mexicano, que está muy ligado al dólar y donde son sustanciales el comercio, las remesas y el turismo relacionado con EU.

Los principales riesgos para México en el corto plazo son un alza en las tasas de interés, que generaría escasez y encarecimiento del crédito, volatilidad en los mercados y una eventual desaceleración económica.

La actual coyuntura indica la necesidad de "proteger" la economía mexicana contra posibles impactos financieros internacionales, como es el caso de la crisis fiscal de Estados Unidos y de algunos países de Europa y reiteramos: México tiene la oportunidad en sus manos de innovar el rumbo de la política económica y transformar al mercado interno en el motor de crecimiento que permita beneficiar al empleo y a la industria nacional, detonando el crecimiento.

CISCOMENTARIO 518

Fuente:  datos de Banco de México y 24hgold.com.
NOTAS:

  • Para Bonos del tesoro se utilizó la tasa de interés preferencial que publica el Banco de México.
  • Para precios del oro se tomó el último dato para cada año.



jueves, 4 de agosto de 2011

A los ricos en realidad no les importan los pobres

Por Carl Pope

Gastamos demasiado tiempo y energía preocupándonos de la supuesta división global entre norte y sur, países ricos y países pobres. En realidad no existe. La verdadera brecha que se abre en el planeta es entre las élites y la clase media de algunos Estados, y la base de la pirámide, en todas partes.

Los cuatro ciudadanos más ricos del mundo —Carlos Slim, Bill Gates, Warren Buffett y Mukesh Ambani— tienen más en común entre ellos de lo que tienen con el estrato inferior de la población de sus respectivos países. No obstante, sí manejan su riqueza de forma diferente. Gates y Buffett están entregando la mayor parte, Ambani se acaba de construir la casa más cara del mundo y Slim está en algún lugar entre medias. Pero los cuatro   pueden contar con que los gobiernos de sus países se van a ocupar primero de sus necesidades. La preservación de esa clase de jerarquía social es una presunción no escrita a la hora de decidir qué soluciones a los problemas del mundo se ponen sobre la mesa y cuáles no.

Muchos han señalado que los países cuyos límites casualmente incluyen grandes depósitos de petróleo, diamantes, maderas tropicales o algún otro artículo valioso tienden a tener poblaciones miserables que sufren la pobreza y la violencia —la maldición de los recursos. Pero educadamente pasamos por alto que por cada país que sufre esta situación, hay una cleptocracia que disfruta de la bendición de los recursos. Con raras excepciones, como Sudán, aquellos que saquean la riqueza de sus países son aceptados en las altas cumbres de la sociedad global.

India, justificadamente, acude a las negociaciones sobre cambio global para alegar que tiene cientos de miles de pueblos que no cuentan con ningún acceso a la electricidad y que Estados Unidos y Europa no pueden razonablemente decir, "Bien, dada la crisis del clima, esos pueblos simplemente van a seguir a oscuras". Esa realidad atrae mucha atención. Pero la otra realidad es que India dedica una parte muy pequeña de sus inversiones en energía a conseguir luz para esos pueblos, mientras invierte considerablemente más en mantener encendidas las farolas de la calle de Ambani. De hecho, los pobres pagan el 20% de la factura de la luz del planeta —y a cambio reciben sólo el 0,1% de estos servicios en el mundo.

Nosotros escribimos y hablamos con sospechosa elocuencia sobre el creciente énfasis de nuestras economías en el "conocimiento", pero raramente nos paramos a considerar la realidad de que una sociedad basada en el conocimiento hace mucho más fácil dejar atrás a gran parte de la mano de obra. Los cultivadores de café de Uganda reciben por su café sólo un 2,5% del precio de venta británico y un 4,5% del estadounidense. Unos pocos céntimos añadidos a una taza de café o a una cesta de fresas cubrirían los costes de doblar o triplicar los salarios de los campesinos que los cultivan. Pero si subiéramos los precios en la actual economía mundial, el aumento sería absorbido no por los cultivadores sino por los márgenes de beneficio de quienes se ocupan de la comercialización, la venta al por mayor o la venta al por menor.

Los inversores y trabajadores del conocimiento que se benefician de esta cadena global de la oferta tienen mucho más en común entre ellos de lo que tienen con los cultivadores de café que suministran al Starbucks de la esquina. Enriquecerlos significaría rebajar el estatus y la riqueza de banqueros, distribuidores y anunciantes —y ellos tienen todo el poder en sus manos.

Juntos, Slim, Gates, Buffett y Ambani controlan más riqueza que los 57 países más pobres del mundo. El peligro es que mientras que tenemos una economía global que sabe cómo concentrar el dinero y el poder en un conjunto de manos cada vez más pequeño, no poseemos ningún mecanismo sólido que nos alerte de las injusticias, peligros e inestabilidad que vienen con este paquete. Algún día, para nuestro propio riesgo, los pobres encontrarán su propio modo de recordárnoslo.

Semana política




Síntesis GALMA


4 de agosto, 2011
 
¡Hola!  Adjuntamos los sucesos más interesantes de esta semana.


  1. La Bicefalia en el Congreso.
  2. Maestros Deficientes.
  3. Michoacan define posiciones


LA BICEFALIA DEL CONGRESO. Se dice que el Congreso es el órgano que tiene Facultad de legislar y de proponer cambios sustantivos a las leyes que, por cuestiones del mundo en el que vivimos, ya están desfasadas. En el sistema político mexicano, asistimos a una cuestión inédita en este supuesto: la disputa entre el Senado y la Cámara de Diputados. Hay varios ejemplos de ello.  La crisis de seguridad y el combate a la delincuencia, obliga por un lado a no bajar la guardia, a fortalecer los mecanismos de coordinación, a dar certidumbre y marco legal a las acciones de las fuerzas armadas, así como herramientas jurídicas a los sistemas de inteligencia, cuyo enfoque principal consiste en mermar las estructuras financieras de las organizaciones criminales. En la parte económica, sin duda uno de los avances esperados desde hace décadas es la reforma en materia laboral, legislación añeja y anacrónica, completamente rebasada pues ya no responde a los estándares modernos; al tener más de cuarenta años de antigüedad. Esta normatividad se ha convertido en un dique que impide impulsar con el dinamismo necesario una política de mayor eficacia en la creación de empleos.Aunado a lo anterior, en la transformación del sistema político es indispensable contar con reglas más claras en materia electoral, con un Instituto Federal Electoral completamente integrado, que brinde mayores facultades a la participación social, tanto de candidaturas independientes como a las consultas ciudadanas, incentivos vinculados con la reelección legislativa, mejorar la rendición de cuentas y estimular el combate a la corrupción. Curiosamente, casi podríamos afirmar todos los legisladores estarían  de acuerdo en los planteamientos anteriores e inclusive son conceptos recurrentes en los discursos cotidianos de la clase política. El Senado ha ratificado las siguientes leyes: Ley de Seguridad Nacional, Ley Contra el Lavado de Dinero, Ley Anticorrupción, reformas a la Ley Electoral y reformas constitucionales en materia del sistema político mexicano, mismas que están ya en a la Cámara de Diputados. Lo lamentable del asunto, se constriñe a la poca o nula voluntad de la Cámara baja. Especularon sobre un posible periodo extraordinario para apoyar al país en esos rubros, simplemente fue retórica, se los solicitó el Presidente de la República, los Senadores, lo ha reclamado la sociedad civil por conducto del Movimiento por la Paz y por respuesta, como la canción: "a todos diles que sí, pero no les digas cuando".

MAESTROS DEFICIENTES. Esta semana se han conocido los resultados de la Evaluación Universal de Docentes y Directivos en Servicios de Educación Básica, conforme el del Acuerdo para la Evaluación Universal de Docentes y Directivos en Servicio de Educación Básica, que el pasado 31 de mayo estableció un esquema de evaluación universal obligatorio. La Secretaría de Educación pública jsutificó esta evaluación argumentando que el sistema educativo necesita que todas y todos los maestros, pertenezcan o no a Carrera Magisterial, estén en escuelas públicas o privadas, se evalúen para que cuenten con un diagnóstico puntual que les permita conocer cuáles son sus fortalezas y en qué áreas necesitan formarse y actualizarse. La Evaluación Universal tomó en cuenta como factor especialmente relevante el aprovechamiento escolar de los alumnos. Un elemento novedoso fue el de los estándares de desempeño en el aula: que calificarán, la manera en que los maestros planean su clase, diseñan sus estrategias didácticas, utilizan los recursos didácticos a su alcance, manejan a su grupo, dan atención diferenciada a alumnos rezagados o a los alumnos sobresalientes.  Los resultados de esta Evaluación fueron, cuando menod patéticos: la Secretaría de Educación confirmó que solamente el 3% de los 135 mil 245 docentes que aplicaron para obtener una plaza, son contratables. En t+erminos del desempeño de los maestros en las aulas encontramos que la información oficial reveló que cerca del 60% los maestros obtuvo un estandar de calidad del 5.91% por ciento. Ante esta la pregunta de cómo mejorar la educación en México, la respuesta de "con mejores maestros" queda todavía muy lejos. Había que preguntar también al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación por su responsabilidad en estos resultados. En el fondo, suponer que tenemos una educación de calidad es desconocer la realidad nacional: el propio secretario de Educación reconoce la deserción de quienes acuden a la secundaria y preparatoria. Ahí, parece, tenemos un grave problema de desarrollo

 

 

MICHOACÁN DEFINE POSICIONES. María Luisa Calderón salta uno de los principales obstáculos en su carrera por la gubernatura del Estado. Los panistas eligieron, el reto lo tiene la candidata por el Soleo de Ocampo, y la responsabilidad el líder del blanquiazul y todo el cuadro directivo de ese partido. Lleva buen camino andado LA COCOA, la campaña interna le dio el panorama real del esfuerzo para  conseguir un voto y las luchas de partidos en todo el Estado. Se tuvo que haber enfrentado, o dado cuenta, que son muchos los intereses por ganar las elecciones el próximo noviembre. No hay duda que ella representa una línea de derecha, como ha sido su convicción, su militancia y su plataforma, con los principales postulados panistas que, aunque se haya tratado de una elección interna, los mismos han vuelto a ser escuchados por la militancia. La tarea, no menos ardua, será conformar cuadros, abanderar la línea de la honorabilidad y contar con expertos en campañas conocedores de nuestra entidad y don de gentes. En este caso el perdedor tendrá el tiempo suficiente para alinearse, para las negociaciones, para no truncar su carrera política, para conciliar ese cuarenta en favor de la COCOA, para recibir llamadas de quienes desearían aprovechar su liderazgo, su fuerza política en el Estado. Habrá tiempo suficiente para que él analice y saque su propias y convincentes conclusiones.

 

El PRI levantó la mano de FAUSTO VALLEJO FIGUEROA por conducto de su líder nacional, HUMBERTO MOREYRA, y ante la presencia de los ex gobernadores de ese Partido y de nutrida concurrencia, para que sea el candidato oficial para la contienda por gobernador de nuestro Estado. Hay que reconocer las estructuras de ese Partido que, hoy, ha resucitado y con la convicción de que el próximo gobernador será el ex alcalde de Morelia. También hay que tomar en cuenta que los priístas del país estarán pendientes de cada paso que del candidato, y apoyando, en varios distritos, a FAUSTO. Un preámbulo a las elecciones del 2012 en que irán con todo para regresar a Los Pinos, para no defraudar las predicciones del ex presidente FOX, que el PRI regresará. Los pasos a seguir, sin duda, serán elegir a quienes contiendan para presidentes municipales, para diputados; las campañas de los mismos favorecerán, en votos, al candidato a gobernador, aún más si unifican su discurso de campaña, que se aleje de promesas, que hablen con la actual realidad; que conozcan los problemas de educación, los reales; que calculen el presupuesto y sepan para lo que les alcanza. Que den datos actualizados del problema del campo y se asesoren para que, en conjunto con los agricultores, pongan el dedo en la llaga. El discurso de campaña debe, en estos momentos, de modernizarse y como lo han hecho, no seguir las huellas del pasado, la revolución ya quedó atrás.

 

El PRD hace rato que tiene candidato. ¿Cuál va a ser el futuro de SILVANO AUREOLES? A nadie le cabe la menor duda de que ha trabajado, desde que llegó al Senado se ha preparado para ser gobernador. Pero no se llega solo, sobre todo en ese partido del que todos esperan no ser desamparados. Si bien es cierto que llegó por la vía de la unidad, lo que quiere decir que eran pocos los que calificaban, tiene ardua tarea por delante para que las diferentes corrientes, las de peso, estén con él. La primera interrogante sería: ¿los Cárdenas estarán con él en la campaña? Un candidato tiene a su favor, al menos es un alto porcentaje, la acción, léase resultados, de su Partido; para el caso del gobernador. La calidad moral, integridad del candidato; a ello hay que sumarle la aceptación ciudadana y la fuerza de su Partido. Si en AUREOLES se dan los tres requisitos, pues llega al cargo sin tomar en cuenta las contingencias. Por lo pronto Convergencia ya se sumó.

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